Hace unos días se quejaba una paciente, tras un esguince del LLE del tobillo grado II que se trató correctamente, de su tórpida evolución («esguince mal curado») entonces se realizó una RMN donde existía un edema óseo que justificaba la sintomatología, su duración y pronóstico.
El objetivo de este artículo es explicar de manera clara y sencilla una lesión que vemos con frecuencia gracias a la RMN ( los profesionales debiéramos explicar esta posibilidad y sus consecuencias) y que por sus características causa mucha angustia a los deportistas que evidentemente quieren reincorporarse a la mayor brevedad y que pese a su buen pronóstico general tiene unos tiempos (….prolongados) y un tratamiento basado en la clínica y «el sentido común»
Un edema óseo es una acumulación anormal de líquido ( inflamatorio/hemático) en el hueso o médula ósea. NO se ve en radiografías y sólo es visible en Resonancia Magnética. El síntoma principal suele ser el DOLOR, en ocasiones acompañado de inflamación, edema en partes blandas y/o derrames articulares.
La RMN valora la localización, intensidad y extensión y en ocasiones informa de microfracturas trabeculares ( que no se ven en Rx…. insisto….) y que diferenciaría de las claras fracturas de estrés (existe afectación cortical)
Causas principales:
- Traumatismos directos o indirectos: lesiones ligamentos/meniscos agudas
- Sobrecarga mecánica ….aguda/crónica
- Fracturas o lesiones ostecondrales
- Lesiones de cartílago y lesiones subcondrales de estrés o de insuficiencia
Pronóstico:
El pronóstico generalmente es favorable. La mayoría de los edemas óseos se resuelven entre 2-4 meses, aunque esto puede variar según la causa y la localización. En ocasiones apenas dan sintomatología y otras puede tardar hasta 12 meses.
Tratamiento:
- 1. Fase aguda:
- – Reposo relativo de la zona afectada
- – Descarga parcial (uso de muletas si es en miembros inferiores, a veces 4-6 semanas…o más)
- – Antiinflamatorios no esteroideos para el dolor
- – Aplicación de frío local
- 2. Fase de recuperación:
- – Fisioterapia progresiva
- – Ejercicios de fortalecimiento gradual
- – Se puede recomendar actividad física acuática y en extremidades inferiores ejercicio antigravitatorio con la alter G.
- – Magnetoterapia ( existen controversias de su eficacia a las dosis, intensidad y duración en los medios habituales)
- – En algunos casos, medicamentos específicos como bifosfonato
- – Actualmente se está valorando el uso de terapias biológicas como PRP, Células Madre etc. La Proloterapia también tiene su indicación, sobre todo en micro/inestabilidades
- 3. Prevención de recaídas:
- – Corrección de factores biomecánicos
- – Adaptación gradual a la actividad
- – Fortalecimiento muscular
- – Uso de plantillas o soportes si es necesario
Es importante mantener el seguimiento médico y no precipitar el retorno a la actividad normal para evitar recaídas. El tratamiento debe ser personalizado (la importancia de los factores individuales) según la causa y la severidad del edema. En general decimos que es un proceso autolimitado y con buen pronóstico.
Los síntomas clínicos (especialmente el dolor) suelen mejorar antes de que las imágenes de resonancia magnética se normalicen completamente.
Esta discordancia entre la clínica y la imagen es un fenómeno bien documentado en el edema óseo:
1. Los pacientes generalmente experimentan mejoría sintomática en las primeras 6-12 semanas con el tratamiento adecuado.
2. Sin embargo, las alteraciones en la resonancia magnética pueden persistir durante 3-6 meses o incluso más tiempo (se han documentado hasta 2 años) después de que el paciente esté asintomático.
Esta característica tiene importantes implicaciones clínicas:
– No se debe usar solo la resonancia magnética para determinar cuándo el paciente puede volver a la actividad normal
– Las decisiones de tratamiento deben basarse principalmente en la sintomatología clínica
– No es necesario repetir la resonancia magnética de forma rutinaria si el paciente está asintomático
Por último, aunque no es el objetivo del artículo, recordar que hay múltiples causas que pueden provocar edemas óseos, algunas de ellas enfermedades importantes y hasta ocasionalmente edemas óseos que no se reabsorben o que por su magnitud/localización pueden provocar daños estructurales irreversibles. No es lo frecuente. Estos tienen tratamientos específicos y los pronósticos son de lo mas variables.